Cuando estás a punto de morir, no se te pasa la vida por delante ni ves un túnel de luz, estas demasiado ocupado buscando la forma de sobrevivir, cuando está a punto de morir las cosas suceden en un orden claro y casi matemático. Primero te resistes y luchas con todas tus fuerzas, después el celebro toma el control y después nada, lo peor de la muerte se queda para los vivos, ellos son lo que repasaran tu vida, los que lloraran tu muerte en funerales. En mi caso es que lo triste es que nadie me recordara, nadie sabe cómo soy, nadie sabe lo que me gusta y nadie sabe cómo me llamo de verdad voy a morir todo van a llorar a otra persona y mi latida llevara otro nombre.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Susurros

El sonido me inquietó bastante, me pareció extraño, algo inexplicable me llamó hacia él, éste me atraía como si se tratase de una especie de imán, confieso que en el principio me atrajo la idea. No debería de haber ido.

Caminé despacio y sin bacilar pude darme cuenta de que el televisor del comedor estaba encendido. Emitía éste a esas horas de la madrugada una tenue luz brillante. Por su parte la pantalla mostraba estática una escena típica de los canales locales al terminar sus trasmisiones diarias.

Me acerqué despacio a este y finalmente lo apagué, este estaba en mute y al apagarlo no emitió ninguna especie de ruido en otras palabras (todo seguía igual). Pero esto poco a poco cambio.

En un principio me levante de mi cama ya que necesitaba con urgencia el ir al baño, pero al levantarme perezosamente (producto del sueño además) pude percatarme de un extraño sonido que provenía de la cocina. Era como si se tratase de unos débiles susurros, estos me parecían molestos y eran discordantes. Bajaban y subían sin cesar, creo ahora que quizás eso fue lo que más me molestó.

Así que decidí ir al foco de conflicto (aunque debo de confesar de que dentro de mi esperaba que se acallara el sonido cuando yo llegara a la cocina) grande fue mi sorpresa al darme cuenta de que a medida que avanzaba mas y mas se escuchaban los sonidos y estos cabe mencionar iban en ascenso.

Mire hacia el pasillo y solo pude ver oscuridad, la penumbra se encontraba la cocina, este inerte y estática parecía esperar mi llegada. La observe durante unos minutos y no paso nada. Mi cuerpo me pedía el moverme, estaba descalzo y el suelo frio de madera ya comenzaba a hacer estragos en mi cuerpo, este ya comenzaba a bajar de temperatura, inclusive por unos instantes me castañearon los dientes aunque creo que no fue por el frio ya que sabía que algo mas pasaba algo me observaba.

Así que decidí moverme, primero lo hice a paso seguro y busque casi a tientas una vela en unos de los cajones mal cerrados del mueble de mi cocina. La encontré y a reglón seguido busque las cerillas, tome una caja de color café y la guarde en el bolsillo de mi piyama, estas quedaron seguras en mi pecho izquierdo.

Me encamine hacia la cocina y sin querer queriendo pase a llevar un llavero ubicado en la pared del pasillo el cual es la antesala de lo que es la cocina. El sonido fue leve pero logro un efecto “los susurros callaron”. Mi sangre se helo y ahí comprendí realmente de que en verdad había alguien en la cocina y este además estaba conversando (quizás no sea la mejor palabra ya que los sonidos eran ininteligibles) así que me arme de valor y me puse a un costado de la puerta de entrada.

Me asomé un poco y grande fue mi sorpresa al ver sobre el mueble de la cocina una especie de niño el cual se tomaba al parecer uno de sus dos pies con la mano derecha (por que razón digo “uno de los dos pies” porque lo que vi era solo una silueta negra, era como si se tratase de una especie de sombra) al ver aquella criatura me estremecí y mi piel se torno de gallina. Confieso además que pensé en alejarme, no quería saber que hacia aquel ser sobre el mueble de los alimentos, no tenia intención de ver qué pasaba.

Lamentablemente no pude huir o más bien dicho no lo hice a tiempo.

Confieso que toda una vida me he considerado como una persona miedosa, temerosa tanto de los demás como de sí misma, este episodio para mí fue algo fuerte ya que en toda mi vida nunca antes me había pasado algo así, nunca antes había visto a un fantasma.
Lo observe unos instantes y ni siquiera pestañee, me resultaba casi hipnótico el presenciar aquella escena. Este ser por su parte solo se movía levemente mientras susurraba fonemas guturales, complejos y sin sentido.

Finalmente salí de la especie de trance en la cual me encontraba y decidí irme de la cocina, justo cuando ya había comenzado mi retirada este me miro y se dio vuelta. Lo que vi a continuación me petrifico tanto que llegue en ese entonces a sentir un cálido calor entremedio de mis piernas. Me había orinado.

Me miró con una cara extraña, este era un niño de a lo sumo cinco años. Me mostró un rostro pálido el cual en la zona de sus ojos se marcaban especies de tachaduras, como si alguien se las hubiese hecho con un plumón de rayar.

Su cuerpo era confuso y poco claro, solo dos partes se podían ver a la perfección, el espíritu era un niño y lo otro era que este se estaba cortando las uñas de su pie derecho. El fondo del ser era solo oscuridad, mas no los pies, la cara y su mano derecha. Aquellas partes si eran reconocibles.

Observó mi rostro y puso una mueca como de dolor o angustia quizás y a reglón seguido me mostro con su mano delgada cubierta de la muñeca hacia arriba por sombras un corta uñas.
Salí corriendo del lugar y me encerré en mi habitación tan rápido como pude. Le puse seguro a la puerta y me tape con las sabanas hasta la altura de la cabeza. Mucho me costo el conciliar el sueño aquella noche.
Al día siguiente el incidente casi ya lo había olvidado. Me levante como de costumbre y fue rápidamente al baño. Justo cuando me disponía a entrar a este mi hermana mayor se puso delante de mí y me increpó: 

--¿A caso no sabes que no debes de estar dejando tus cochinadas repartidas en cualquier lado?

Yo la mire sin entender mucho de que me hablaba y esta arremetió
nuevamente:
--Para la próxima vez, córtate las uñas en el baño, no seas sucio.
Salió finalmente de mi vista, la mire y pensé en contarle lo que había visto la noche anterior, finalmente lo medité mejor y llegue a la conclusión de que no tendría caso hacerlo, no me creería…

Cigarrillos


Se rumorea que cada Halloween durante las 02:00 y hasta las 05:00 am, existe un vacío. Vaya hacia algún baño de alto tráfico. Debe ser un baño donde hayan estado muchas personas, o no habrá la suficiente energía latente residual para poder hacer esto. El baño de un hotel es perfecto. Asegúrese de llevar dos cigarrillos. Entre más fuertes sean los cigarros, más probabilidades de éxito tendrá. Siéntese a oscuras y fúmese uno de los cigarrillos; Asegúrese de que haya un espejo y que pueda ver su reflejo siempre. La cereza del cigarrillo encendido le debe dar la luz suficiente para esto. Cuando se haya fumado más o menos tres cuartos del cigarrillo, el cuarto deberá estar lleno de humo. Sus ojos probablemente se pondrán llorosos, pero no parpadee. No quite la vista de su reflejo en el espejo por nada del mundo. Si parpadea, todo lo que haya hecho hasta ahora será en vano.

Se dará cuenta de que su reflejo se desvanecerá en la obscuridad. Sin embargo, la cereza del cigarro se separará en dos ojos rojos. El humo del cuarto se empezara a condensar, y antes de que se de cuenta de lo que ha pasado, una figura estará sentada a su lado. Se oirá como si hubiera muchas moscas dentro de la habitación. Le pedirá un cigarrillo –Esta es la razón por la que necesita llevar dos-. Dele el cigarro a la figura, el cual se encenderá por si solo en cuanto lo lleve a donde su boca debiera estar. La figura le hará cinco preguntas sobre eventos ocurridos en su vida. Su voz sonará como el roce del papel de lija y carecera de toda emoción humana. Por cada pregunta que usted conteste mal, uno de sus cinco sentidos desaparecerá, y si contesta todas mal, usted morirá. Por cada pregunta que conteste bien, puede preguntarle lo que usted desee, y siempre le dirá la verdad. Puede preguntarle sobre existencia de ovnis, secretos oscuros de la persona que se le pase por la mente, eventos ocurridos en la antigüedad o prehistoria, cual es el trabajo sucio de entidades secretas del gobierno, quien mato a JFK, sociedades ocultas, ... cualquier cosa que se le ocurra. 

Asegúrese de estar atento de cuanto ha fumado de su cigarrillo; ya que empezara a definir mas de sus facciones, haciéndolo mas material que etéreo.

En este momento, párese y arránquele los ojos en un solo movimiento. La figura deberá ser en su mayoría humos, así que sus manos atravesaran su cabeza. Si deja que termine su cigarro, el lo atacara, seguramente acabando con su vida. La figura gritara y lo insultara, y la mano con la que ha arrebatado los ojos ardera intensamente. Por ningun motivo abra su mano. Aunque los ojos se hayan casi desvanecido, pueden aun ver; Corra hacia el switch de luz y préndalo. Esto desvanecerá a la forma física de la figura y lo regresara a su forma etérea. Abandone el cuarto, y espere hasta después de las 5:00 AM para abrir su mano. Probablemente el ardor sea insoportable, pero si abre la mano, todas las luces de donde esté se apagaran, permitiéndole a la sombra regresar y tomar venganza. Quizás tenga marcas en la palma de su mano cuando la abra, aunque cauterizadas y sanadas.

A partir de ahora, usted no podrá nunca estar en un cuarto a oscuras con un espejo, porque la figura podrá seguirlo gracias a las marcas de su mano. Después de esto, quizás sienta más frio de lo normal, sin importar lo cálido del lugar donde esté. A partir de ahora, tendrá muchas pesadillas, pero en ellas, tendrá la habilidad, una especie de sexto sentido. Podrá ver eventos futuros cercanos, quizás cosas horribles. Cosas que solo usted sabrá y ya nunca podrá detener.

Supongo que, es un pequeño precio a pagar por el conocimiento absoluto…

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Belchite


Desde su total abandono en la década de los 60 y dado su pasado doloroso y sangriento, junto con el perfil fantasmal de edificios semiderruidos. Belchite viejo ha sido un centro de peregrinación para investigadores de lo paranormal de todo el mundo. Las ruinas de los conventos de San Rafael y San Agustín, la inquietante torre del reloj, el viejo cementerio, la iglesia de San Martín… cualquier rincón de este pueblo es un lugar idóneo para pasar una noche con una grabadora y un termo de café.
Y los resultados de estos investigadores no tardaron en producirse. Decenas de psicofonías, grabaciones en las que se escuchan los ecos de la guerra como si aquellos terribles días de 1937 hubiesen quedado impregnados en todas y cada una de las piedras del lugar. Aviones, bombas, disparos… lamentos. Con el paso de los años las leyendas fueron aumentando, en gran parte gracias a estas psicofonías. Presencias misteriosas que caminan por las solitarias calles, sombras que parecen desaparecer en el interior de las casas al paso de los visitantes, fotografías en las que aparecen figuras entre las ruinas, manos que arañan las tiendas de campaña de jóvenes que pasan allí la noche como gesto de hombría, campanas que hace años que desaparecieron y que vuelven a repicar en las noches más oscuras, un niño juguetón que suele asomarse en lo más alto del campanario… quizás sea él quien toca las campanas. Voces que hielan la sangre a los visitantes recomendándoles que se marchen de allí…
Estas son algunas de las muchas historias que se cuentan sobre Belchite, muchas serán ciertas, otras falsas, cada uno es libre de tener su propia opinión, pero de lo que no tengo duda es que todos los que por sus calles han caminado o caminarán, tendrán la misma sensación inquietante de que allí quedó algo atrapado y que de algún modo etéreo, todavía se puede sentir.

Camping de Los Alfaques

El accidente del camping de Los Alfaques se produjo el 11 de julio de 1978 en un camping de playa situado en el municipio de Alcanar, comarca del Montsià en la provincia de Tarragona(España), a solo 3 km del núcleo urbano de San Carlos de la Rápita, donde tuvo lugar un gravísimo accidente por la explosión de un camión cisterna que transportaba propileno licuado. El resultado fue de 215 fallecidos, más de 100 heridos graves, y la destrucción de la mayor parte del camping.

El camión cisterna cargado con 25 toneladas de propileno licuado salió desde Tarragona de la refinería Enpetrol y se dirigió hacia el sur por la actual N-340, hacia Alicante. La cisterna tenía una capacidad aproximada de 45 metros cúbicos y la cantidad cargada era de unas 25 toneladas cuando la máxima cantidad permitida era de 19,35 a una presión de 8 bar (unas 8 atmósferas). Además, la cisterna, fabricada en acero al carbono, no disponía de ningún sistema de alivio de presión.
Probablemente para ahorrarse el paso por el peaje, que el conductor del camión cisterna habría tenido que pagar de su propio bolsillo, decidió conducir por la N-340 en dirección sur. Después de recorrer 102 kilómetros, en el kilómetro 159,5 y siendo las 14:35, al pasar por delante del camping “Los Alfaques”, ocurrió la catástrofe. En ese momento, el camping tenía registradas unas 800 personas, y se estima que entre 300 y 400 se encontraban dentro del radio de la explosión, calculada entre 0,5 y 1 km, y que mató instantáneamente a 158 personas.



“Recuerdo haber visto un objeto volar. Nos quedamos todos mirando al cielo hasta que cayó y cuando cayó pues sé que hubo una explosión muy fuerte y a partir de ahí muchísimas explosiones”, comenta Laura Giménez, una superviviente.
Lo que ve Laura volar es la cisterna del camión cargado de gas, que cuando cae al suelo forma una gran bola de fuego que se come las caravanas y las tiendas que encuentra a su paso y acaba con la vida de muchos campistas.
La bola de fuego resultante cubrió en un instante la mayor parte del campamento, afectando la plaza al sur de la calle, y a muchos de los veraneantes que estaban allí. Además, las altas temperaturas, de más de 2000ºC, hicieron que la gran cantidad de bombonas de gas que había en el propio campamento se inflamaran, sumándose al fuego de la explosión.
En segundos, los cuerpos de más de 100 campistas se convierten en estatuas de carbóny los coches y las tiendas quedan destrozados por las llamas. Un centenar de turistas resultan heridos. La mayoría agonizan unas horas más hasta morir en el hospital porque las quemaduras son demasiado graves.


158 personas, entre las que se incluye el conductor del camión, murieron en el acto. La temperatura en la zona fue tan alta que hizo hervir el agua de la orilla del mar hacia donde las victimas huían.
Los heridos fueron transportados a los hospitales de Barcelona y Madrid y así como en la clínica especial La Fe de Valencia. Durante los días y semanas posteriores fallecieron otros 70 veraneantes debido a la gravedad de las quemaduras. En total murieron 215 personas, entre ellos muchos turistas alemanes así como franceses y belgas. Además, más de 300 personas sufrieron graves quemaduras de consecuencias persistentes.

La gravedad de las quemaduras dificultó la identificación de las víctimas. El trabajo de laComisión de Identificación y el Departamento de Investigación Criminal de la República Federal Alemana permitió la identificación de todas. Voluntarios del Hospital Verge de la Cinta de Tortosa extrajeron muestras de sangre ventricular de 105 de los cuerpos del accidente, que se encontraban en el cementerio de Tortosa.
En enero de 1979, medio año después de la explosión, se da por finalizada la identificación de cadáveres. El balance de la tragedia es de 215 muertos y 67 heridos.
A veces las tragedias se repiten como si el tiempo se hubiese quedado encadenado a ese lugar. Un evento terrible condenado a repetirse una y otra vez.
Algo así es lo que experimentó Javier Martín Moraleda natural de Zaragoza, quien estando de vacaciones en San Carlos de la Rápita, el 19 de Agosto del 2003 se fue con su mujer e hija a visitar Peñíscola y a la vuelta llegando ya a San Carlos sobre la 1:30 o 2 de la madrugada, decide dar las luces largas debido a que era una noche sin luna y apenas se veía nada. Fue entonces cuando pudo observar a siete u ocho personas al otro lado de la carretera, invadiendo incluso el carril y separados entre si por una distancia aproximada de 1 o 1,5 metros.
Según el testigo pudo distinguir a alguna que otra mujer entre el grupo pero el que más le llamó la atención fue el último de la fila, un hombre vestido con pantalón corto color crema, un chaleco tipo cazador , un gorro para el sol y un cubo que llevaba en la mano, al mirarle a la cara sólo pudo ver una gran negrura. Todos estaban quietos, como paralizados y con la mirada fija, unos mirando la carretera y otros hacia el campo que queda al lado opuesto de la calzada.
Al sobrepasarlos y mirar por el espejo retrovisor adviritió que aún seguían allí inmóviles sobre el asfalto. Fue entonces cuando despertó a su mujer que dormía en la parte de atrás junto a su hija y le contó lo que acababa de ver, ésta le contó que estaban por el camping de los Alfaques, donde hace algunos años murió mucha gente quemada y se vivió una auténtica tragedia.
Son muchos los testimonios que aseguran haber oído cánticos y haber visto a niños con atuendo veraniego paseando por la carretera a altas horas de la noche. Fantasmas de todos aquellos que allí murieron que todavía no saben que perecieron. 
El último testimonio es el del Guardía Civil Daniel, el cual contaba para el programa de Milenio 3, que estando de servicio junto con su compañera en febrero de 2010 en la zona de la playa donde murieron tantas personas, tuvieron un cara a cara con lo inexplicable.
Esa noche, llevaba ya 2 semanas destinado allí y junto con su compañera fueron a realizar un servicio de vigilancia exterior de la zona del litoral, por ser un lugar susceptible de alijos de droga. Sobre las 2 o 3 de la mañana, mientras hacían un barrido de la costa con sus cámaras de visión nocturna, justo en mitad de la playa apareció una silueta de mujer, de melena corta y con ropa no adecuada a la época del año que llevaba de la mano a un niño que parecía llevar una gorrita en la cabeza.
Les llama la atención el que esas figuras deberían de tener un calor que suele detectar la cámara de de visión nocturna y sin embargo no detectaba nada.
Paseaban lentamente por la playa, como lo haría una madre con su hijo en pleno agosto y se dirigían paralelamente al mar hacía el lugar en que estaban ellos y de repente desaparecieron sin dejar rastro. Los dos guardías pudieron verlos durante unos 20 0 25 segundos antes de que desaparecieran.
Deciden entonces bajar al punto exácto en donde les habían visto y allí no había huella alguna, ni lugar alguno en el que esconderse.
Cuando fueron al cabo de guardia para darle las novedades, éste medio en broma les dijo: “ Yá, haber si van a ser uno de los fantasmas de los del camping”.